La verdad, aunque esté en minoría, sigue siendo la verdad...

La burguesía disfraza su propio interés particular, para que de tal forma, ese interés particular forme parte del interes general

viernes, 27 de marzo de 2015

La Trampa I: El mundo está plagado de jodidos

Al poder dominante siempre le preocupó que los sectores populares se rebelasen contra el orden establecido una vez que fueran conscientes de las injusticias del sistema. Para evitar cualquier alteración del statu quo no sólo basta con una permanente propaganda que nos obligue a comportarnos de una determinada manera, a pensar de cierta forma o que nos establezca paradigmas del bien y del mal para tenernos dominados, se ha logrado inocular en la población un concepto nefasto sobre la humanidad (o sea, sobre si misma) que hace que el sistema del "sálvese quien pueda" sea el único admisible.
Se crearon instituciones científicas para estudiar a la población como el Instituto Tavistock e incluso se llevaron a cabo experimentos sociopolíticos a gran escala como la Doctrina del Shock que se aplican luego de que verificarse ciertas condiciones propicias para dar golpes como ese. La clave es averiguar en que momento la sociedad asume cierta idea instalada como una certeza irrefutable, y a partir de eso imponerle algo que si conociera en su totalidad, no lo aceptaría (modelos represivos, recorte de libertades, neoliberalismo, etc.)

John Nash
El mundo es una gran mesa de juego
El matemático John Nash desarrolló la Teoría de Juegos, según la cual todos los jugadores que compiten entre sí en un juego de cartas velan por su suerte personal, y en consecuencia, sospechan, vigilan, traicionan o intimidan a cada uno de sus rivales para sacar ventaja. En el póker, o en el truco hay que hacerle creer siempre a nuestro rival que tenemos mejores cartas que las que realmente nos tocaron en suerte, esto haría que se intimide, que no haga jugadas osadas, lo cual nos incrementa las chances de salirnos con la nuestra. John Nash estableció que esta metodología egoísta era trasladable a la sociedad donde, según él, todos los seres humanos tratamos de presionar, intimidar o traicionar a nuestros semejantes con el único fin de obtener un lucro propio sin importar las consecuencias, como en el juego de cartas.
Pero claro, todo esto funciona bien hasta que encuentro a uno que juega mejor que yo, sino ganaría siempre y esto provocaría que nadie quiera jugar conmigo, el juego sería previsible, aburrido. Este sistema de conspiraciones, estrategia y suerte determina cierto "equilibrio" establecido por las posiciones finales del juego que diferencia entre ganadores y perdedores.
Esta doctrina matemática ganó fanáticos en el mundo de las finanzas y de la política. En el marco de la Guerra Fría, la carrera armamentista entre la URSS y EEUU fue vista como un juego de intimidación mutua de las superpotencias. Las armas nucleares (que nunca utilizaron directamente uno contra el otro) eran las cartas que permitían mostrarse para intimidar al rival. Esto vino agregado a una sobreestimación del poder destructivo del rival para justificar el rearme propio. Aquí el equilibrio se estableció por la tenencia de armas de ambos bandos, no necesariamente para usarlas, sino para incoar al enemigo a no aventurarse a un ataque so pena de costosas represalias.

La imposición de la teoría de Nash en las masas
Friedrich von Hayek
La Teoría de Juegos fue impuesta a nivel social entre los años 60 y 70 del siglo pasado, según ella, la sociedad plantea un juego permanente donde todos los individuos (jugadores) persiguen la realización personal más allá de cualquier grado de altruismo expresado por cada uno.
Es más, los fieles a esta doctrina consideran que los mejores políticos son aquellos que persiguen su beneficio personal independientemente de su afán por ayudar al pueblo. Entre los cultores de este sistema que alienta las desconfianzas mutuas destacan referentes del Neoliberalismo como el economista Friedrich von Hayek, la ex primer ministra británica Margareth Thatcher, y también muchos de los más encumbrados neoconservadores estadounidenses.
Se puede ver como esta doctrina abstracta logró imponerse en ciertas sociedades, es habitual entre los estadounidenses referirse a alguien con poca suerte como un loser (perdedor) como si efectivamente los devenires de la vida formaran parte de un juego.
Toda esta doctrina tiene una falla no menor, supongamos por un momento que podamos representar a la vida como un gran juego de cartas, cabe reconocer que en ese juego usted jamás va a recibir las mismas cartas que Bill Gates o que David Rockefeller. Como si al mazo lo dividieran entre cartas buenas (las que recibe la élite) y cartas malas (que destinan para nosotros), y lo peor es que los poderosos saben que siempre tienen manos ganadoras, mientras usted, gracias al gran sistema de propaganda, se cree que tiene la libertad de juego total aceptando sus reglas como justas.
El documental que hoy presentamos es la primera parte de las 3 de The Trap (La Trampa) realizado por Adam Curtis para la BBC y trata sobre las técnicas que se estudiaron para hacernos creer que traicionar a nuestros pares es inherente a nuestra naturaleza.

"Si entre ellos se desconfían, jamás osarán unirse para cuestionar nuestro poder...."

La Trampa Episodio 1 "Jode a tu compañero" por lapropaganda2



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