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jueves, 1 de mayo de 2014

Obama en su laberinto

El gran director de cine estadounidense Oliver Stone nos trae este nuevo envío acerca de la política de EEUU donde se analizan los años de los Presidentes Bush y Obama y el permanente estado de guerra que estos presidentes le impusieron a gran parte del mundo.
Esta parte de la historia comenzó con el alarde guerrerista de Bush luego del 11S, anclado en el peor chauvinismo norteamericano. Esto sirvió para intentar hacer realidad el viejo sueño de los neoconservadores: Instalar el miedo entre la sociedad y así incrementar el control de ésta bajo la excusa de la "seguridad", ésto implicó un recorte de las libertades individuales y una actitud más prepotente de los EEUU hacia países acusados de proteger el terrorismo, justificada por el ataque a las Torres Gemelas que muchos piensan, se trató de un autoatentado. Esta situación sirvió además para que grandes corporaciones estadounidenses hicieran negocios en los países que se invadían.


El papel de EEUU en el Siglo XXI
El documental muestra los nuevos objetivos de EEUU que consisten en someter a gran parte del mundo árabe y controlar a Rusia y China. Por estos días se puede ver como el gobierno de Obama y sus aliados de la OTAN no tienen ningún empacho en alentar a partidos de ultraderecha en países como Ucrania continuando con la política desestabilizadora de Bush entre los estados de la ex URSS.
Obama generó muchas expectativas en la población dado su buen currículum, su buena oratoria y un nivel intelectual claramente superior al de su antecesor, sin embargo continuó con la presión y el caos sobre los países musulmanes profundizando quizá, lo que había hecho Bush. También relanzó la Cuarta Flota, el brazo de la US Navy destinado a Sudamérica, territorio que Obama pretende "recuperar" tras años de aparente olvido de Bush (siempre más preocupado por Asia Central) y operaciones de injerencia como ocurre en Venezuela al sostener económicamente a grupos opositores con armas y dinero a través de la USAid.
Evidentemente se hizo un cambio de formas para que nada cambie, Obama es como Bush con un discurso más florido. Este tipo de cambios de maquillaje a veces son utilizados para fortalecer la imagen de gobiernos o instituciones caídos en fuerte descrédito, algo similar podemos decir que pasó en el Vaticano al cambiar al ultramontano Benedicto XVI por el "jovial" Francisco I.
¿No estará dejando pasar una excelente oportunidad el Presidente Obama de cambiar la historia?
Quizá el crimen cometido contra otro demócrata, John Fitzgerald Kennedy, otro que fue el primer presidente con una cualidad particular (JFK el primer católico, Obama el primer mulato) es un temible antecedente como para aventurarse en decisiones temerarias.
Otra vez, el verdadero poder de las sombras que elige cada 4 u 8 años al inquilino de la Casa Blanca impone las reglas del juego, y no pretende ser defraudado.